domingo, 6 de noviembre de 2011

La disciplina viene de adentlo

Hay tiempos para todo, tiempos para vivir, tiempos para dormir, tiempos para coger, para cagar, para comer, para morir etc...
Pero últimamente, desde hace un tiempo atrás (mas bien un chingo de tiempo) no había tenido tiempo para bloguear.
Las razones son simples, por un lado la inmediatez del pajarito que habla (sin albur) o sease el twitter, por otro lado el pinche monstruo culero que se come poco a poco mi tiempo chido, los tiempos cambian y nos quitan tiempo para hacer cosas que nos gustan y nos ponen cosas que hacer que nos defecan el miembro... (nos caga la verga para ser mas directos)
Por ejemplo, en el castillo de la pureza, como le llamo al lugar donde me prostituyo por dinero, hace poco mas de un año entre al mundo mas chairo y mediocre que he conocido en mi vida, entre al oscuro y turbio mundo del área de recursos humanos.
No se si todas las áreas de RH sean iguales en todas las empresas, por lo menos en la que me encuentro, está de la buuursh, gente, creo que si se les puede llamar así, gente que piensa que hablar como si les estuviera dando una puta embolia es cool, gente que sus platicas mas profundas es de lo que comieron ayer en el restaurancito de moda, la mierda que compraron en la plaza, lo que escribieron la noche anterior en el feisbuc o las vacaciones que están planeando fuera del país porque ya no aguantan esta pinche cuidad gooooooei. y cuando de pura chiripa llegan a hablar de libros, lo mas cabrón que mencionan es quiubole con... o sus putos libros de superación personal disfrazados de libros mediocres, como ese de quien se llevó mi queso o su puto caballero de la armadura oxidada, no pinches mames.
Pues bien con esa puta gente conviví casi un año, mas bien los sobrellevé, el miedo de convertirme en uno de ellos estaba muy cabrón.
Al fin se dieron cuenta que lo que yo hacia laboralmente hablando no lo iban a entender, nunca lo comprendieron y creyeron que yo no estaba listo para ese puesto y optaron por sutilmente mandarme a la chingada de su mamador departamento.
Yo esperaba que después de eso me dieran mi reloj y mis nueces y me mandaran a chingar a mi madre de ahí para poderme realizar si no bien como hombre de mundo, por lo menos alimentar mi espíritu que a esas alturas estaba mas flaco, mosqueado y aturdido que un morro africano de esos que salen en los documentales del nashional giografic. pero nel.
Me mandaron a otro departamento, mas pagado, mas madreador y mas ingrato, lo bueno es que estoy cerca del amor de mi vida, y puedo ver lo maravillosa, inteligente y madura que es, en verdad es un lujo verla trabajar. Y lo malo es que igual no me he adaptado a esta onda por las cosas que ahí se hacen no los aburro con detalles sobre lo que hago pero pongamoslo de forma figurativa; me dedico a limpiar la mierda que otros se encargan de embarrar, y de esparcir, y que en muchos casos se hacen los que no la esparcieron.
Como dicen los Punsetes, el trabajo me estaba volviendo loco, el trabajo me volvió un haragán pero ya no mas.
Un ratón ha hecho un enorme trabajo, me mantiene con la guardia en alto en todos los aspectos de la vida, ultimamente mas de la cuenta, eso es cabronamente inspirador, y miren que ha de ser muy difícil cargar con mis putos demonios y encima que ese ratón que es muy chiquitito cargue con sus orejotas.
Parte de vender mi tiempo cual puta de sullivan al empresario alemán, es que hemos tenido pequeños avances respecto a la madreada economía.
Por lo menos ya no me quedo sin dinero para el microbus, y ya no me tengo que hacer el dormido por no pagar el pasaje completo, ahora ya dio para comprar un par de ruedas. No por lujo, no por ser farol, solo por comodidad, francamente eso del transporte publico ya me estaba volviendo mas amargado. Será el transporte publico o el hecho de estar llegando cada día un poco mas al tercer piso?
Eso es lo que pasa? de repente todo te empieza a parecer poco cómodo? te vuelves mas intolerante? odias mas a los chairos?Esto ultimo si está chido.
No se si sea por cuestiones de edad o simpemente porque de repente todos se vuelven en tu contra y para joderte se vuelven mas idiotas, mas lentos, mas chairos, mas inconscientes etc. por lo menos echemos la culpa a todos los demás, y esperemos que no sea por cuestiones de edad.
Por hoy es suficiente, me siento cabronamente oxidado, como cuando dejo de correr, y sigo comiendo como marrano y me pongo marrano y regreso a correr, siento que no nací para correr, pero luego veo mi pared llena de medallas, kilómetros recorridos, y la foto de mi entrenadora (que no es por dárselas a desear pero está bien mamachita) y pienso que todo esto se trata de disciplina, nada mas.
Un poco de disciplina y le pateare las bolas a ese pinche monstruo del tiempo malo que se come mi tiempo bueno, y tendré oportunidad de dejar de ser un haragán, eso si, hoy me anoto un round para mí porque por lo menos he vencido al monstruo que se comía este tiempo que tanto disfruto, mi tiempo de bloguear.


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