viernes, 24 de diciembre de 2010

De pavo y otras cosas.

Me caga la navidad, esa es la frase que usé en una tarjeta que diseñe y dibujé con plumones allá por el año de 1999, hace ya bastantes años y kilos. En la cara de la tarjeta estaba un guajolote diciendo esa frase, y cuando la abrías, estaba ese mismo pavo ya cocinado.
En aquellos tiempos (parece que estoy leyendo la primera lectura en una misa), bueno en esos años yo pensaba cosas medio chairas y hasta cierto punto ridículas, ahora sé que la navidad nunca me ha cagado, lo que me caga es el previo a esta fecha.
Me caga que desde agosto las pinches cadenas de tiendas empiezan a hiperlactar con sus pinches ondas de vender adornos, arboles y cuanta bagatela se les ocurre.
Me caga que desde noviembre estén metiendo la idea de que ya viene navidad y dejen de lado una fiesta tan mas chingona como el día de muertos.
Me caga también que te obliguen en tu trabajo o escuela a entrar en los pinches intercambios de regalos, pinches fruslerías en donde siempre hay inconformes y mala ondas que no regalan lo que se debe o simplemente no regalan nada,es curioso que en mis pocas incursiones a esas chaireces siempre me va re mal.
Me caga que las plazas y centros comerciales parecen hormigueros por la cantidad de insectos y bichos raros que uno ve no por lo trabajadores que son (no se vayan a enojar los insectos) sino por la cantidad de chairos que vienen y van.
La semana pasada fue la fiesta de fin de año de recursos humanos en el castillo de la pureza a la que por mis nuevas funciones fui invitado (detalles de como ascendí al éxito y me volví cosmopolita en mi próxima entrada), fue en un lugar de santa fe goooeeeeiiii. y ahí seria el intercambio en el que voluntariamente a huevo fui incluido. Obviamente a dicho evento ni asistí, porque me da hueva ir allá, me dan hueva todos esos weyes y sus platicas tan pero tan pendejas y banales que me dan rasquiña y la razón mas importante es que no me dió la chingada gana.
Les chaires (o sease los chairos en fransua) pusieron para su intercambio las típicas tres opciones de regalo. Pantuflas gorro o bufanda no mamar, ni que viviéramos en el london ingland pa andar todo el año abrigados, cheeets yo quería un libro o algo así, no es mi culpa que esos weyes no conozcan mas libros que quiubole con... el calendario astral de giovanita o la biografía del soplanucas del rickis martins, en fin mis otciones fueron bufanda o gorro. Yo tendría que dar unas pantuflas a alguien que no conocía, ni conozco.
Y ahí me tienen yendo a una de esas tienditas chairas de nombres chairos a comprar unas pantuflas que entraran dentro de los cánones que dicta la chairez. y entregarlo a una de mis compañeras pa que me hiciera e favor (sin albur) de entregarlas (sin albur también).
Los días pasaron, no pregunté como había estado su fiesta por la sencilla razón que me vale madres.
Y pasaron algunos días mas, y por fin recibí mi regalo, y cual fue mi regalo?
Un chal.
Si, así es un pinche chal de mundo de abuelitos, una vez mas fui la victima de los intercambios navideños.
Yo pedí una bufanda o un gorrito, y que recibí? Un chal, un chal que jamás usaré que de seguro no lo quiere ni mi abuelito, si claro es de Liverpool y toda la onda pero no deja de ser un pinche inútil y ridículo chal.
Y el ultimo día de trabajo, todos mandando mails ridículos deseándose felicidad, muchos regalos y mucha comida, no mamar eso no es navidad, navidad no es eso, o por lo menos no como yo lo veo.
Esas son en realidad las cosas que mas me cagan de la navidad, los días previos, mas no el mero día 24 de diciembre.
Hoy cuando regresaba de casa de mi ratona, me di cuenta de eso, de que no me caga la navidad.
Que importa si la gente se viste bien para cenar un rato, que si viajan muchos kilómetros para ver a alguien que no han visto en años, que si la gente gasta un poco en una cena distinta a lo que comunmente cenan, que si se olvidan de sus problemas por una noche, que si nos olvidamos también por una noche de que este país se está hundiendo. Eso es lo que se rescata de nuestra navidad, eso y recordar un poquito de lo que en verdad significa, alejarse de toda creencia religiosa, olvidarse de lo que nos dicen los pinches curitas en la iglesia y recordar que hace mucho tiempo nació un hombre, no exactamente por estas fechas, y que si fue hijo directo de dios o no eso no nos importa, que nació y existió, y que su enseñanza es mas grande que cualquiera puede recibir, que enseño palabras de amor y respeto que denunció lo que estaba mal y que demostró que las cosas podían ser distintas. Eso es lo que creo yo podemos rescatar de la navidad.
Y comer pavo y romeritos y bacalao, ya si uno es mas refinado y sofisticado se puede comer tallarin verde, y conejo al ajillo solo por poner un ejemplo.
Ademas recibí un regalo increíble, de la mujer de mi vida, nuestra cuarta navidad juntos, momentos ideales, siempre a su lado.
Por eso yo digo que no me caga la navidad, y como diría la anorexica sin talento de Anahí antes de que se convirtiera en una pulga de proporciones bíblicas, concretamente cuando estaba en chiquilladas.
"Bueno, eso digo yo".

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